La Programación Neuro-Lingüística (PNL) ha suscitado siempre un amplio rechazo en el seno de la Filosofía. Aun abordando los procesos y sistemas mediante los cuales recibimos y procesamos la información y las experiencias, privilegiando el lenguaje y otorgando énfasis a nuestros sistemas de comunicación verbal y no verbal, los estudios de PNL no parecen haber causado —pese a sus orígenes y sus antecedentes— mayor receptividad por parte de la Filosofía. Paralelamente, como modelo que trata de describir el funcionamiento de las estructuras de la mente humana, la PNL basa su validez teórica y su efectividad práctica en el análisis del lenguaje —razón por la que aún mantiene su vinculación con determinadas áreas de la Filosofía—. Sin embargo, uno de los problemas fundamentales de la PNL es que no parece ser capaz de dar contenido a sus objetivos de análisis y modificación de las experiencias subjetivas al incidir en una concepción del lenguaje manifiestamente formalista. Y es en este punto donde, quizás, la Filosofía pueda realizar alguna aportación.

Jorge Hernández Monje es graduado en Filosofía y Máster Universitario en Dirección de Recursos Humanos por la Universidad de La Laguna (ULL). Ha sido miembro del Aula Cultural de Filosofía ULL y de la Asociación Olimpiada Filosófica de Canarias. Actualmente reside en Madrid.